martes, 16 de octubre de 2012

Imagine.

Y pienso y pienso y pienso.
E imagino. Me imagino muchas cosas.
Pero se queda en eso, en imaginación.
Porque los recuerdos que tengo, por muy dolorosos que sean, me ayudan a seguir adelante.
Porque me recuerda a ese pasado no tan lejano en el que me hacías feliz.
Y porque aunque no me creas, te echo de menos.
Echo de menos el calor, la luz, el sol.
Pero ya no es verano.
Llegó el otoño y el viento se lo llevó todo.
Hace un mes que no sé nada de ti.
Espero que estés bien.
Que seas feliz como yo quería (y quiero).
Y que hayas encontrado a alguien que pudiera darte lo que yo no.
Yo seguiré observando desde aquí.
Y sonreiré con lágrimas en los ojos cuando vea que yo tenía razón otra vez, desgraciadamente.
Sonreiré porque eres feliz.
Lloraré porque no te has dado cuenta del motivo más obvio:
Si no estoy contigo, es porque quiero que seas feliz.

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